EDITORIAL
por Martín Álvarez
A veces me siento como si no fuera de este mundo… Me pregunto qué será esa sensación de tan extraña anti naturalidad que me hacen sentir las absurdas situaciones a las que nos vemos sometidos día a día… La vida a veces se parece a una especie de novela dantesca que se manifiesta en repeticiones como un carrete sin fin, como si algo hubiera que ver hasta el hartazgo para poder encontrar el sentido de vivir la experiencia una y otra vez…
A veces se vuelve dulce y sabrosa, poderosa y divertida, y otras totalmente cansadora e inconducente por más brillos que posea… Supongo que estas vacilaciones perceptivas deben manifestarse en todos los seres humanos de algún modo u otro… Tal vez retumbando con más fuerza ante determinados momentos de hastío o pesadumbre y viéndose eclipsados la mayoría del tiempo por los infinitos distractores que abundan hoy…
Me pregunto cuán lejos o cerca estamos ya del anhelado cambio en la matriz de la conciencia global…
¿Llegará algún día?…
¿Será fruto de la expansión de la sabiduría natural que se libera y se reencuentra con su eje, su sentido del ser? ¿O el revés obvio de un rescate ante la explosión total de todo lo que no se aguanta más…?
¡Cuánto misterio acuña el ser humano!
¡Qué poco sabe y cuánto cavila!… Noches y días en la caverna de Platón murmurando y temblando, pergeñando y asintiendo… Dándose lumbre y calorcito para no desintegrarse en un pensamiento sin retorno… para no darse cuenta de que el eco no volvió a tiempo y que tal vez ya nunca volverá…
¡Cuánto misterio!… Solo sé que no sé nada… Tal vez la frase más humilde y certera del hombre buscándose in eternum…
¡Tanto por hacer, tanto por descubrir!… ¿Será?
Me recojo en la simpleza y respiro… Agradezco y acerco yesca al fueguito… ¡Que no se apague nunca la llamita! Que la peli que se proyecta en la pared de la cueva, nuestras amorosas sombras, nos enseñen el lado oscuro… la completud, la reflexión, la dualidad…
Abrazar el yin y el yang para soltar la mente remolino y ser por un ratito nuevamente sentimiento de unidad indivisible… SER UNO… Respirar… Agradecer… ¡Aho!