Por los años ’50 apareció en Argentina una severa advertencia de la OMS. Las madres tenían que dejar de amamantar puesto que en la areola del pezón habitaban bacterias y virus que le hacían daño a la criatura. Inmediatamente un sinnumero de mujeres comenzaron a alejar a sus bebés de la teta.
En simultáneo con esta advertencia, apareció en el mercado, el producto salvador: la leche en polvo S 26, y detrás de ella la Empresa Nestlé. Recordaremos cuántas veces hemos leído en el envase de leche Nido, Vevey – Suiza.
Fue en ese momento que apareció cual quijote un médico pediatra y sanitarista, nacido en Mendoza, el doctor Florencio Escardó para denunciar semejante barbaridad y vil engaño comercial. Desde sus tribunas en diarios, televisión( los mayores lo recordamos en sus intervenciones en Buenas Tardes, mucho gusto”) revistas, con el pseudónimo ” piolín de macramé”, sostuvo una desigual batalla en contra de los inconfesables intereses comerciales que dominan el planeta.
El doctor Escardó decía que el miedo y el abandono enferman mucho más que las bacterias y los virus, y que el uso indiscriminado de la televisión era el opio de los pueblos con reparto a domicilio.
Texto :Gustavo Maturano. “La vida es una eterna lucha,entre la roña y el jabón”. Nestlé debería dar las explicaciones del caso y ser juzgada por la justicia.