Por Alejandro Olmos Gaona
La historia es muy vieja, y todos los gobiernos desde 1976 hasta ahora la repitieron. Después de endeudarse irresponsablemente pagaron deuda con nueva deuda. Es así que la dictadura dejó una deuda de casi 45.000 millones de dólares, y pasaron los gobiernos y la deuda siguió creciendo. Es la vieja lógica del sistema de la deuda, que nadie nunca quiso enfrentar con solvencia, respetando escrupulosamente las obligaciones de la dictadura, mientras se ladraba contra ella en todos los foros. La última claudicación negociada, fue el acuerdo con el Club de Paris en el año 2014 realizado por el actual gobernador de la Provincia de Buenos Aires.
La historia es muy vieja, y todos los gobiernos desde 1976 hasta ahora la repitieron. Después de endeudarse irresponsablemente pagaron deuda vieja con nueva deuda. Ahora después del acuerdo cerrado con los fondos de inversión, queda afrontar la descomunal deuda con el FMI que llega con intereses incluidos a 49.000 millones de dólares. Ya se empezó a negociar con esta venerable institución para patear los vencimientos para adelante y también se le va a pedir dinero para pagarle, como ocurriera siempre. Es la vieja historia que señalé hace pocos días en algunas notas. Ayer lo confirmó Sergio Chodos, un colaborador del Ministro Guzmán, que además es representante del Cono Sur en el FMI. Con todas las letras dijo que vamos a tener que pedirle dinero para pagarle, y la rueda seguirá. Cuestionar al FMI, mostrar sus responsabilidades, las violaciones a sus reglamentos, eso no se le pasa por la cabeza a nadie porque jamás lo hizo gobierno alguno, y este no sería la excepción.
El tema es largo de analizar, pero esto de la colonización pedagógica de la que hablara Jauretche, es una evidencia muy fácil de demostrar. En alguna época hubo ministros distintos, y recuerdo al Dr. Juan José Romero que siendo ministro del Dr. Luis Saenz Peña, en 1893 pidió una moratoria de la deuda de 10 años, y en las instrucciones dada al ministro en Londres, Luis Dominguez, le hizo saber que no se le ocurriera negociar nuevos prestamos para pagar la deuda, porque eso “era ir derecho a la bancarrota” Lo que han hecho todos los gobiernos sin excepción de 1976 hasta hoy.