En las batallas desarrolladas en el norte contra los realistas, luego de las derrotas en Vilcapugio y Ayohuma estuvieron escondidas 72 años en un templo en Titirí-Macha (Bolivia).
En 1885 el cura del lugar descolgó el cuadro de Santa Teresa que estaba detrás del altar y encontró las banderas: una de 2,25 mts. por 1,60 que tenía la franja celeste al medio y la otra de 2,32 por 1,53 con los colores dispuestos como la forma actual (celeste-blanco-celeste), sin sol.
A partir de ese momento fueron conocidas como “Las banderas de Macha” y en 1896 el gobierno boliviano donó una de ellas que había estado en la batalla de Ayohuma a la Argentina y actualmente se exhibe en el Museo Histórico Nacional. Podría ser la que Belgrano hizo flamear por primera vez a orillas del Río Paraná en 1812.
La otra se exhibe como reliquia histórica en la Casa de la Libertad en Sucre (Capital de Bolivia), junto a un retrato del prócer y de Cornelio Saavedra Presidente de la Primera Junta de Gobierno, quien había nacido en Potosí. También hay óleos de la batalla de Suipacha, ganada por los patriotas y otro donde Belgrano hizo jurar la bandera a su ejército.
En las fotografías que acompañan esta publicación se ve arriba a la izquierda, la bandera que se exhibe en la Casa de la Libertad en Bolivia. A la derecha la donada a la Argentina y que fue restaurada entre 2007-2009. Abajo la capilla de Titirí en Bolivia donde estuvieron 72 años guardadas.
(Aporte de Dante Ramos)