Por Jorge Álvarez
El periodismo perdió su norte. Muchos ya se dan cuenta. Otros siguen creyéndole. Hubo un tiempo en que el periodismo era un “servicio público” cuya finalidad primordial era informar, pero bajo la premisa fundamental: QUE SEA VERDAD.
La otra cuestión era separar la información de la MANIPULACION. No se construían relatos para sostener un plan, pero todo esto cambió cuando los dueños de los medios se dieron cuenta que más importante que el trabajo de comunicar era hacer negocios, ejercer el poder y ganar mucha plata a cambio de hacerle creer a la gente lo que “los patrones” mandaban. Así la ética periodística, el periodismo, se fue a la mierda. Transformado en un negocio más, el “servir” quedó de lado para servir a la causa de don dinero, a cambio de usar la influencia en las cabezas descuidadas e inocentes, de un público que todavía sigue consumiendo “los grandes”, importantes y más hegemónicos.
Con el tema del Covid y Ukrania lo visto hizo detonar y volar por el aire la premisa de la función del periodismo.
Curiosamente es lo creado por la misma elite dominadora la que está haciendo que le pasen los perros bajo las piernas: internet. Y es gracias a eso que se desnuda la triste realidad de un periodismo manipulador, corrupto, mentiroso y decadente. Los dueños del circo se dieron cuenta de que los medios podían servir para otra cosa. O sea: para sus intereses. Así los compraron y a muchos de sus muñecos (antes llamados periodistas) para cumplir con sus fines y servicios.
¿Que le queda a la gente que se dio cuenta? El recurso de la internet, el pensamiento, la reflexión, la conciencia y el tiempo que va seguir minando de a poco toda esa caterva de inmorales que solo busca dominar, tener más poder y seguir funcionando sin importarle la ETICA, LA MORAL, LA VERDAD.