El tratado egipcio-hitita, también llamado tratado de Kadesh, fue un tratado de paz suscrito entre el faraón egipcio Ramsés II y el rey hitita Hattusili III, el cual, de acuerdo con la mayoría de los egiptólogos fue celebrado 1259 a.C.
El acuerdo tenía como objetivo el establecimiento de relaciones pacíficas entre ambas partes. Es el acuerdo diplomático y el tratado de paz más antiguo que se conoce.
En el tratado se lee:
“Ramsés, el gran rey, del país de Egipto, nunca atacará al país de Hatti para tomar posesión de una parte (de este país). Y Hattusili, el gran rey, del país de Hatti, nunca atacará al país de Egipto para tomar posesión de una parte (de ese país.”
La Batalla de Kadesh, hoy considerada como un empate por los dos bandos, fue el principio del fin de las hostilidades entre las dos naciones en las que, eventualmente, los dos reyes llegaron a darse cuenta de que ninguno podía sacar una ventaja sustancial del otro y que el mejor camino a elegir era el camino de la paz. Luego de esto los hititas y los egipcios entablaron una nueva relación entre ellos en la que compartieron sus conocimientos y experiencias, en lugar de intercambiar golpes en el campo de batalla.
Los hititas eran expertos en metalurgia y enseñaron a los egipcios cómo fabricar armas y herramientas superiores, mientras que los egipcios, maestros de la agricultura, compartieron sus conocimientos con los hititas. Las dos naciones continuarían una relación de beneficio mutuo hasta la caída del Imperio Hitita en 1200 a.C. a través de los ataques combinados e implacables de los Pueblos del Mar, los Asirios y la tribu conocida como Kaska. Sin embargo, la relación pacífica y productiva entre las dos naciones permitió a ambos mejorar la vida de sus pueblos y las economías de las naciones en lugar de desperdiciar sus recursos en la guerra.
Actualmente en el Museo Arqueologico de Estambul.
Fuente; Enciclopedia Worldhistory