Por Jorge Álvarez
Miraba las imágenes y no lo podía creer, ocurría dentro del baño de un colegio secundario de Bs. As. Dos de los chicos a las trompadas mal. Pegándose con una furia rayando en lo incomprensible. ¡Rodeados de compañeros que los miraban y hasta hacían barra (en lugar de separarlos) mientras otro filmaba la pelea con un celular…tremendo…resultó que la pelea había sido acordada y hasta había apuestas por plata!
El colmo de la violencia. La más cruda realidad de adolescentes dentro de un colegio. Y nadie reaccionaba pensando en lo absurdo de la acción, al contario lo celebraban.
¿Cómo entender este absurdo? ¿Cómo justificarlo, explicarlo?
Claro que haciendo zapping por los canales de la tevé uno lo entiende.
La violencia ofrecida cada minuto por televisión, es repugnante. Esa es la “educación” mediática que se ofrece. El modelo. La locura total y la respuesta en el baño de esa escuela era la reacción patética a tanto desatino.
¿Entre tanto que hacen los “mayores”?
Se permite. Se tolera. Se silencia. Se acompaña. Una sociedad desquiciada. Una imagen que duele. Adolescentes. Chicos chicos. La violencia en toda su expresión.
Increíble. Intolerable. ¿Para cuándo la reacción?