POLÍTICA
Por Ricardo Luis Mascheroni -docente-
Hay momentos en que frente a determinados hechos, acontecimientos o circunstancias, las palabras se acaban o pierden sentido a fuerza de ser reiterativas, sobre todo ante el silencio de muchos o demasiados para mi gusto.
No tengo dudas que hemos alcanzado ese momento en la historia del país, en el que las aguas se parten y aquellos que desde siempre han estado en contra de los intereses populares, se muestran de cuerpo entero y sin embozos, cual conquistadores de un pueblo derrotado y que ha bajado la cerviz, a la luz del porcentaje del mismo que los aclama, sin perjuicio de los muchos que resisten.
En la Argentina, producto de no sé qué plaga, misterio o maldición, se ha entronizado un Rey Felón (para algunos León), que viene, acompañado de sus cortesanos, condotieros y la “gente de bien”, a imponernos un pacto de vasallaje expresado en la Ley Bases y un DNU absolutamente inconstitucional, que si los súbditos aceptan incondicionalmente, serán bendecidos por las “fuerzas del cielo”.
En estas circunstancias, podemos conocer claramente quienes están con el pueblo y quienes son traidores al mismo, por su adhesión a un gobierno cruento, cipayo, perverso y desquiciado, que goza con el sufrimiento de millones.
La hora nos exige grandeza, valentía y decisión en las respuestas, como expresara Leandro Alem, en los albores de la Unión Cívica, que hoy debería avergonzar a muchos de sus dirigentes: “No es solamente el ejercicio de un derecho, no es solamente el cumplimiento de un deber cívico; es algo más, es la imperiosa exigencia de nuestra dignidad ultrajada, de nuestra personalidad abatida; es algo más todavía, señores: es la voz alzada de nuestros mayores que nos piden cuenta del sagrado testamento cuyo cumplimiento nos encomendaron.”
“La vida política de un pueblo marca su nivel moral, marca el temple y la energía de su carácter. El pueblo donde no hay vida política, es un pueblo corrompido y en decadencia, o es víctima de una brutal opresión”.
”Pero la vida política no puede hacerse sino donde hay libertad y donde impera una constitución. Yo preguntaría: en una emergencia delicada ¿qué podría hacer un pueblo enervado, abatido, sin el dominio de sus destinos y entregado a gobernantes tan pequeños?
“Cuando el ciudadano participa de las impresiones de la vida política, se identifica con la patria: la ama profundamente, se glorifica con su gloria, llora con sus desastres y se siente obligado a defenderla porque en ella cifra las más nobles aspiraciones”.
“El gobierno no hace otra cosa que echar la culpa a la oposición de lo malo que sucede en el país. Y ¿qué hacen estos sabios economistas? Muy sabios en la economía privada, para enriquecerse ellos”.
”Es inútil, no nos salvaremos con proyectos, ni con cambios de ministros”.
”Pero para hacer buena política se necesita grandes móviles, se necesita buena fe, honradez, nobles ideales; se necesita, en una palabra, patriotismo”.
Ninguna de esas virtudes podemos rescatar en un gobierno, que es más proclive a abrazar banderas extranjeras, que la enseña patria en el mes de su aniversario.
Estamos transitando una historia repetida, en que los perseguidos siempre son los mismos, llámense FEDERALES, BÁRBAROS, CHUSMA RADICAL, CABEZITAS NEGRAS, DESCAMISADOS, GRASA MILITANTE, ZURDOS, ORCOS O NACIONALES Y POPULARES.
ES UN SOLO PUEBLO, QUE ES OPRIMIDO EN BENEFICIO DE UNOS POCOS, AUNQUE MUCHOS NO ENTIENDAN QUE LA DERROTA NO ES RENDICIÓN DE LOS SUEÑOS.
Pero cuidado!!!, entre esas repeticiones de hechos, puede suceder lo que muestra el siguiente relato: Un personaje, que pese a ser poco conocido, había sido entronizado Emperador, con gran adhesión y fervor del populacho que lo vitoreaba. El que a poco de andar y en razón de sus desvaríos, desmanejos y la violación de todos los derechos de los habitantes del lugar, fue derrocado y condenado a muerte.
Cuando lo llevaban al cadalso, el pueblo, incluidos sus adherentes, salió a las calles para insultarlo y repudiarlo, vociferando ¡¡¡Muerte al Traidor y Perverso!!!.
Al subir al patíbulo, se dio vuelta, enfrentó a la población y azorado los increpó, diciendo: ¡¡¡¿Y Uds., ENTONCES, POR QUÉ ME APLAUDÍAN?!!!
¿Se harán muchos esa pregunta en el futuro?
Por último creo que FRENTE AL AUTORITARISMO Y EL ATAQUE AL ESTADO DE DERECHO, NINGUNA NEUTRALIDAD ES POSIBLE. EN ESTOS CASOS LA MISMA, SIGNIFICA FALTA DE COMPROMISO, DEBILIDAD, O ESPECULACIÓN EGOÍSTA.