Si escuchas voces, óyelas.
Si tienes sueños, interprétalos.
Si ves personas que ya no están o seres que escapan a tu entendimiento, obsérvalos y aprende lo que tienen para enseñar.
Si abres un tarot o juego de cartas y las entiendes comunica su mensaje, no te sugestiones, no te pongas en duda a ti misma, no creas que es producto de tu imaginacion o que te estás volviendo loco,
nada es imposible, da la brecha de que existe una gran probabilidad y que eres el canal para un bien mayor.
Desarráigate de las doctrinas y miedos infundados durante tu educación y acepta lo que tienes, no huyas, no lo bloquees, no es bueno ni sano para ti.
No huyas de tu esencia, abre tu mente lo más que puedas, se tan consciente como puedas ser, para aceptar que tienes un plan divino en esta vida, y que el gran Espíritu tiene un motivo para que en este momento sientas lo que estás sintiendo.
Estudia, indaga, sacia tus dudas, aprende desde la humildad y por favor por lo que más quieras,
no huyas de ti,
no te cierres la posibilidad de ayudar a otros y aún más importante, de ayudarte a ti mismo, explora el sendero del recuerdo, acepta que ya lo experimentaste en otro tiempo y es momento de despertar.
El Despertar de la Conciencia no es un concepto que se pueda entender intelectualmente, es más bien un viaje experimental hacia la esencia de tu Ser, que te permite descubrir quién y qué eres realmente.
Despertar es un proceso de transformación interior en el que empiezas a tomar conciencia de ti mismo.
Despertar es abrir los ojos a la realidad que siempre ha estado ahí, pero nunca has podido ver por las distorsiones de tu mente.
Despertar es dejar de ser esclavo de tu mente y empezar a escuchar los mensajes de tu alma, para convertirte en dueño y señor de tu vida.
Despertar es volver a tu esencia y descubrir quién eres realmente, más allá de todas esas etiquetas con las que te has ido identificando.
Despertar es un camino de evolución personal y continuo hacia tu verdadera identidad, que sólo puedes recorrer tú, nadie más lo puede hacer por ti.
Despertar es un proceso de dezaprendizaje, de soltar, de confiar en la vida, para que pueda expresarse a través de ti la verdad.
Despertar es salir de la mentira que has creado en tu mente, a través de tu sistema de creencias condicionado, para entregarte a la verdad.
Despertar es vivir en el presente, salir de la ilusión mental acerca del pasado y del futuro, para entregarte a la experiencia de la vida, sin filtros, aquí y ahora.
Despertar es dejar de resistirte a la vida, para empezar a fluir con ella.
Despertar es reconocer que la vida no te sucede a ti, sino que sucede para ti. Para que crezcas, aprendas y evoluciones. Para que descubras quién eres.
Despertar es darte cuenta que la vida es un juego, es un puro proceso de aprendizaje y que cualquier situación que etiquetamos como problema es solo una experiencia necesaria para crecer y evolucionar.
Despertar es dejar de verte a ti mismo como una víctima para convertirte en dueño y creador de tu vida. Ahí reside tu poder, tu responsabilidad y tu libertad.
Despertar es ser auténtico, ser quién realmente eres y dejar de interpretar un papel influenciado por lo que te ha inculcado la sociedad, tu ámbito familiar o tus creencias limitantes.
Despertar es reconocer el potencial infinito que hay en ti, más allá de las limitaciones de tu mente.
Despertar es reconocer tu esencia espiritual más allá de tu experiencia humana.
Despertar es dejar de pasarlo todo por el filtro de la mente, para entregarte a la intuición que te guía en el momento presente.
Despertar es dejar de actuar movido por el miedo y la necesidad de seguridad de la mente para empezar a actuar a través del amor y la necesidad de progreso del alma.
Despertar es confiar en la vida y reconocer que hay una inteligencia superior (llámala Dios, Universo, Energía…) que te guía y te protege.
Despertar es reconocerte uno con la vida, lo que hace que sientas una compasión y un amor infinitos por cualquier forma de vida.
Despertar es reconocer la ignorancia de tu mente y darte cuenta que lo que “piensas” es tan solo un punto de vista, no es la verdad.
De esa manera dejas de identificarte con tus pensamientos y de defenderlos con uñas y dientes.
Hoy es ese día, vive, ríe, canta, se feliz y agradece por el milagro que cada día renueva la fé, la esperanza y el amor, vibra en la frecuencia más alta del amor y los milagros de la vida se manifestarán, luz en nuestro camino.