Durante un concierto del 20 de julio de 1975, entre canciones, Elvis estaba bromeando y repartiendo bufandas, cuando notó a una niña parada en el extremo izquierdo del escenario.
Se acercó y se arrodilló sobre una rodilla frente a ella. Al darse cuenta de que estaba ciega, Elvis tomó sus manos y le habló durante unos minutos. El público no podía escuchar porque mantuvo el micrófono alejado de su boca. Luego besó su bufanda y le tocó ambos ojos con ella.
Cuando terminó, tomó la bufanda y la acercó a la cara de la niña. La niña se quedó allí con total confianza en lo que estaba haciendo Elvis. La niña había sido ciega desde su nacimiento.
Elvis habló con la madre de la niña después del concierto y pagó la cirugía para restaurarle la vista. Hoy es artista gráfica