Por Ricardo Luis Mascheroni -docente-
“Todo está guardado en la memoria. Espina de la vida y de la historia. Dos mil comerían por un año, con lo que cuenta un minuto militar. Cuántos dejarían de ser esclavos, por el precio de una bomba al mar.” León Gieco
Lo primero que debemos reafirmar, es que la GUERRA, es la expresión más alta de la locura humana o el homicidio que se ha hecho lícito, por lo que su condena es su lógica consecuencia. La opción por uno u otro de los contendientes es errónea, más allá de las razones que la provocaron.
Por ello quiero poner en conocimiento de muchos, aunque parezca anacrónico, lo que han sido posiciones sobre estos conflictos por parte de reconocidos pensadores que integraron La Fuerza de Orientación Radical de la Joven Argentina. Organización nacida para mantener las banderas yrigoyenistas, y para denunciar la entrega de la Nación al Imperialismo de turno. FORJA fue un movimiento profundamente original y nacional. No tomó herramientas prestadas de otras latitudes, sino más bien se lanzó a construir las propias.
Ante la 2da. Guerra Mundial, FORJA, se declara neutral. Su antecedente e influencia es la figura de Don Hipólito que mantuvo la neutralidad en la Primera Guerra.
La guerra es inminente. Las llamadas potencias totalitarias, imperialismos insatisfechos, disputan a las llamadas grandes potencias democráticas, imperialismos realizados, la hegemonía que éstos detentan. La lucha es por el dominio material del mundo. Una vez más, pocos Estados pretenden decidir los destinos del mundo entero.
Nuevamente, como en la guerra del 14, se quiere mezclarnos en la contienda en favor de nuestros opresores, por parte de conservadores, y del periodismo animado por el oro británico.
La excitación promovida por las fuerzas que se titulan defensoras del derecho, de la libertad y de la soberanía de los Pueblos, persigue las desvirtuación de nuestro espíritu, y el usufructo de nuestras riquezas materiales.
Advierte sobre la división que surge de conflictos foráneos que terminan por distraer la atención de los problemas argentinos, que justamente son producto de la opresión de los imperialismos.
Ante manifestaciones, tendientes a perturbar la prescindencia argentina en el conflicto; Forja DECLARA:
Que la crisis de Europa, conflicto de imperialismos organizados los unos bajo apariencias demoliberales y los otros bajo rótulos totalitarios, la Argentina, sometida por su endeudamiento a condición de colonia, debe activar la formación de su conciencia emancipadora que la libertarán de toda dominación o penetración extranjera, se estructuren éstas bajo la forma disimulada y hábil del manejo de la economía y de la cultura, como actualmente, o bajo la forma violenta de la agresión y el dominio militar, como podría sobrevenir mañana.
Que cualquiera sea nuestra solidaridad con los Pueblos arrastrados a la guerra por la mentira o la fuerza, tal solidaridad no amengua la conciencia de que más dolorosa que la actual tragedia de Europa es la agonía de los Pueblos coloniales o sometidos, condenados a muerte lenta por la explotación imperialista.
La neutralidad, como auténtica conducta ante la guerra, debe inspirarse en el pensamiento de Yrigoyen, voz y espíritu de América: «No estamos contra nadie ni en favor de nadie. Estamos con todos para el bien de todos».