Querida Christine:
Es muy fácil comprender cómo se ha desatado la guerra: nuestra primera ministra se imaginó que era Churchill desafiando a Hitler, y la Marina la apoyó para obtener publicidad y popularidad rápidamente. Estoy seguro de que de esta destrucción sólo se beneficiarán Mrs. Tacher y los fabricantes de armas.
Lo que más me apena es que no hay causa para esta guerra, y si somos honestos, *los argentinos son mucho más patriotas con respecto a las Malvinas* que nosotros con las Falklands. Y lo que la primera ministra no comprende, es que *los argentinos creen firmemente que las Malvinas son de ellos.*
Han enviado contra nosotros pilotos en misiones suicidas, en viajes sin regreso, porque estamos fuera de su alcance, y eso que ellos no tienen helicópteros de rescate en el mar para recuperar después a los pilotos.
Los pilotos argentinos enfrentan cada día misiles antiaéreos de aplastante superioridad.
*Realmente, la valentía de esos hombres demuestra que tienen mucho más que un tibio interés en estas islas.*
Considerando la tragedia, la angustia, y el horror de las vidas perdidas, que han sido sacrificadas de buena gana por los políticos para tapar la ineptitud y necedad de su gobierno, considerando además los resultados en dolor, pérdidas económicas y pérdidas de buques para Gran Bretaña, me parece a mí que esta es la guerra más inútil que Gran Bretaña ha hecho en toda su historia.
Espero que todo esto termine pronto… Creo que *los argentinos ya han demostrado honorablemente su valentía.*
*David Tinker* – 25 años: muerto en el HMS Glamorgan el 12 de junio de 1982 por un misil Exocet MM-38 argentino. *Del libro “Malvinas, Cartas de un marino inglés”* – Emecé Editores, Buenos Aires, 1983.