Por Jorge Álvarez
Sería un lugar común decir que termina un año muy complicado… Cada uno lo verá desde su lugar.
Permítanme verlo desde la comunicación social, desde el periodismo.
Patético, mal intencionado, mentiroso, manipulador, sembrando miedo permanentemente. Comunicadores repitiendo un libreto oficial, con cero investigación personal. Repitiendo el mismo relato todos. Generando diariamente más temor, ansiedad, angustia.
Usado para eso, sin capacidad de reacción entraron en el juego.
NO FUERON LOS MEDIOS ni los periodistas quienes contaron la otra historia:
Quienes alertaron sobre los antecedentes de la OMS que ya había intentado hacer lo mismo con la famosa gripe A y no pudo lograr sus objetivos.
Apenas hubo algunos pocos comunicadores que les dieron espacios en sus medios a investigadores y médicos que daban cuenta de otra información: los protocolos ordenados por la OMS no eran los correctos. Los números de los contagiados, los muertos, no eran ciertos. El virus había sido creado y se encaminaba al negocio más grande de todos los tiempos: la vacuna.
Pocos hablaban de las vacunas y sus efectos. Problemas a corto o largo plazo. Consecuencias de su contenido. Secretos de laboratorios, Inmunidad legal en caso de consecuencias letales…y así cabalgaban todo en el show de las vacunas hasta terminar en el arribo de las primeras mostrando un operativo como si trajeran el primer extraterrestre capturado o la devolución del oro que Macri mandó a Londres.
Así llegamos a un fin de año con medios, comunicadores, periodismo absolutamente devaluado. Fueron las redes sociales las que contaban la otra historia y cada vez más gente iba madurando y entendiendo donde se encontraba el eje más cercano a la verdad, el eje del mal, y manipulaciones varias detrás de un furibundo negocio donde otra vez parece mandar don dinero por encima de todo.
Miles de empresas y negocios se fundieron, la gente quedó sin trabajo, los niños quedaron sin clases, sin escuelas, obligaron a aislarse, no verse, y la manija de la comunicación del miedo, las órdenes contradictorias, el martilleo incesante de malas noticias no cesaba.
Y así llegamos a este fin de año…con la clara demostración que se puede dominar a las sociedades cuando ejecutas un plan estudiado, cuando los jugadores claves entran en el juego, cuando los pocos dueños del poder ejecutan la partitura y cuando el ser humano se olvida del valor de pensar por sí mismo, aceptando sumiso los que quieren su control.
La buena noticia es que sin embargo son cada vez más los que se quieren liberar, los que se despiertan, los que asumen su propio razonamiento y los que pelean esta lucha despareja si, pero esperanzadora de que siempre el bien venza al mal, la verdad a la mentira, lo moral y ético frente a lo inmoral y el desatino.